En un documento, la agrupación advirtió que esta situación “muestra la ausencia total de una política de vivienda que aliviane la dramática crisis habitacional que aqueja a amplias capas de la población”.
“En lugar de tratar de resolver la problemática social, el Gobierno nacional y el porteño decidieron acabar con la ocupación reprimiendo”, El saldo de la brutal represión nos muestra claramente la efectividad buscada, al igual que en Jujuy y toda la región del NOA el escenario ante las ocupaciones de tierras y el déficit habitacional es recurrir a la represión, aquí no siempre se pone en servicio a las fuerzas represivas convencionales y a menudo nos encontramos con que la violencia es ejecutada por grupos mercenarios, que funcionan bajo la oferta y la demanda, reciclándose a través de ‘organizaciones sociales’”, realidad compartida desde la corriente del pueblo.
A continuación presentamos el comunicado de la Organización social Corriente del Pueblo.
La Corriente del Pueblo repudia el violento desalojo perpetrado contra familias sin techo en las localidades de Villa Soldati y Villa Lugano de la Ciudad de Buenos Aires.
Un operativo represivo conjunto en el que participó la Policía Federal, Gendarmería y Policía Metropolitana terminó con la vida de dos personas, Bernardino Salgueiro (22 años) y Rosemarie Puja (28 años), dejo a decenas de personas heridas con balas de plomo, varios de gravedad y a Wilson Fernández en terapia intensiva.
Esta situación muestra la ausencia total de una política de vivienda que aliviane la dramática crisis habitacional que aqueja a amplias capas de la población. En lugar de tratar de resolver la problemática social, el gobierno nacional y el porteño decidieron acabar con la ocupación reprimiendo, 15 minutos antes del operativo se lo podía escuchar al Ministro de Espacio Público porteño, Diego Santilli, diciendo que “era un operativo valioso, prolijo y conjunto entre la federal, gendarmería y la metropolitana”.
El saldo de la brutal represión nos muestra claramente la efectividad buscada, al igual que en Jujuy y toda la región del NOA el escenario ante las ocupaciones de tierras y el déficit habitacional es recurrir a la represión, aquí no siempre se pone en servicio a las fuerzas represivas convencionales, y a menudo nos encontramos con que la violencia es ejecutada por grupos mercenarios, que funcionan bajo la oferta y la demanda, reciclándose a través de “organizaciones sociales”.