Numerosas quejas de los vecinos de Lozano por un problema de vieja data, como es el servicio del transporte público y la falta de luz, entre otros, que de tanto en tanto denuncian, dan cuenta que en algunos lugares, aunque se encuentren a 10 kilómetros de Yala y a 18 kilómetros de la ciudad capital, padecen la desidia de sus gobiernos municipales.
Vale aclarar que aunque Lozano está en jurisdicción de la comisión municipal de Yala, el servicio de transporte está en la órbita de la comuna capitalina, que decide la empresa, frecuencia y todo lo relacionado a esta prestación. Ante la problemática denunciada, los vecinos de esa localidad ubicada al norte de la ciudad, quienes calificaron al servicio de transporte urbano como "paupérrimo", teniendo en cuenta las frecuencias y las condiciones de los ómnibus, incluyendo la quita de los pases libres a los ancianos de más de 70 años.
A esto también hicieron notar su casi total dependencia del servicio para trasladarse hacia la ciudad capital (muy pocos de los remises que autoriza Yala llega al lugar), donde la mayoría trabaja, se educa y debe hacer casi todos los trámites.
En este marco de situación, se obtiene una coincidencia de opiniones de las vecinas entrevistadas, entre las que están Erica Abalos, estudiante; Gladis Fernández, jubilada; María Castrillo, vecina de la ciudad y que tiene su madre en Lozano; Angela Valdivieso, jubilada; Romina Calatay, vecina del nuevo barrio 50 viviendas de Lozano y Eduardo Tinte entre otros.
Una de las estudiantes del lugar comentó cómo es trasladarse a la ciudad en colectivo: "siempre viene lleno, y a veces trae gente que no tendría que subir a este, porque van a Reyes y para ese lugar pasan cada 15 minutos, cada hora el que va a León, y el de Lozano supuestamente cada 25 minutos, pero a veces ni pasa. Así que en realidad viene cada hora y siempre lleno desde la ciudad o bien de León. A la mañana por ejemplo, el cole tenía que estar acá a las 8:30 y bajar 8:45, pero baja tarde, lleno y no se puede subir y el cole desde León, el que deben tomar los chicos para llegar a la escuela, pasaba a las 7 y llega a las 7:50 al centro, paraba algunas veces, porque siempre va lleno".
Algunos de las vecinas, residentes en el barrio "La Quebrada", señalaron que no se controla el recorrido que habitualmente debería hacer el colectivo, porque prácticamente no recorre la localidad, sino que baja, toma en paralelo a la ruta algunas cuadras y vuelve a subir para retornar a la ciudad, o seguir al Norte, hasta la localidad de León.
De este modo, para los que viven en "La Quebrada", el colectivo no llega hasta allí, y la vecina dijo que los choferes no quieren cruzar y los dejan a unas diez cuadras.
Pero lo peor del caso, como también ocurre en todo el pueblo, la iluminación es escasa y en lugares puntuales como el que la vecina describe y en el acceso a las 50 nuevas viviendas del Ivuj, las calles carecen de luz, convirtiendo las cuadras "en bocas de lobo". En tono jocoso comentó de este tema una de ellas: "yo quisiera invitarlo al intendente (Vargas Durán) a pasear de noche y que pasemos bajo el puente de la alcantarilla juntosà yo se lo dije varias veces que además no tenemos iluminación, es horrible".
Sumado a ello, como en casi todo el pueblo, la oscuridad se hace más temeraria cuando en días de lluvia o en invierno se debe caminar tantas cuadras sorteando los pozos de agua y el frío viento, cargando bolsas, bebés o con chicos de todas las edades que van o vienen de la escuela.
En las 50 viviendas, sus pobladores comentaron a este diario que la falta de colectivos se da en todos lados, pero que sería mejor que hubiera más frecuencias a Lozano y sobre todo se haga el recorrido por todo el pueblo y que llegue hasta el camping.
Una de las vecinas, madre de tres niños acotó que "debería hacerse porque son seis cuadras desde la primera parada que hace el colectivo cuando baja de la ruta nacional 9 y de ahí va para el otro lado. Entonces nosotros tenemos que caminar sin luz ni nada, aunque la gente paga, nadie viaja gratis y lo justo sería que se recorra bien por este lado también, que es nuevo y nos deja lejísimo. Estamos hablando de seis cuadras y venir con bolsas y chicos es difícil, sumado a los días de lluvia y con barro en tiempo de clases, llegar a las 11:40 de la noche es un problema, y como dije, al pasaje se lo paga".
Uno de los menos que tienen vehículos, aseguró que "hay buena frecuencia, salvo los fines de semana para la gente que viene a Las Vertientes, para el barrio nuevo, y la verdad que tendría que entrar el colectivo hasta acá, para que les quede más cerca de los visitantes, porque además toda la gente se concentra en la única parada del sector a seis cuadras y se llena. Pero tendrían que agregar colectivos los fines de semana porque se da al revés".
En ese mismo sector "nuevo", una joven vecina señaló que el tema del colectivo "es algo totalmente inhumano, porque se viaja en forma hacinada, no tienen un horario coherente porque cada hora no lo es, y están violando un montón de derechos constitucionales porque como personas tenemos, de viajar en mejores condiciones y tiene que brindarnos el Estado. Deberíamos tener frecuencia de por lo menos 20 minutos o media hora, o poner otras líneas porque "viene cada hora, viajamos amontonados y si llega haber un accidente morimos todos aplastados, y cuando dicen que no es rentable es mentira, porque el colectivo hace parada en todo el centro de la ciudad desde la Terminal pasando por Huaico, Los Molinos, San Pablo, Reyes, Yala y se llena con toda esa gente, hasta que llega acá y pasa a León. A los colectiveros los hacen dar dos o tres vueltas en la terminal antes de salir para acá y no cumplen los horarios, tampoco sabemos cuando sale de circulación porque pasan y no paran para que suba gente. La verdad es lamentable el servicio y creo que es porque no tienen una competencia seria para que se pongan las pilas y lo brinden como corresponde. El servicio es eso, estar a disposición de las necesidades de la gente, porque acá no todos tienen autos y tiene que brindarse si o si. Yo un día feriado fui a la parada a las 23:30 para tomar el último, y no pasó. El último se había ido a las 21:30; dijeron que no había suficiente gente para largar el colectivo hasta León y que vuelva a la ciudad; ¿qué les pasa? O sea que uno tiene que estar adivinando si van a poner el colectivo y si voy a poder viajar o no, porque es un día feriado. Están equivocados, ellos tienen que brindar el servicio con todas las condiciones necesarias haya o no gente, porque para eso el transporte "es un servicio". Además viven de nuestros boletos que pagamos, no son regalados y no son baratitos, cada uno sale $ 2,75, y en realidad pagarlo no sería una molestia si brindaran el servicio como la gente. Pero pagar por esa calidad del servicio es una burla”, se lamentó la mujer.
Fuente: El Tribuno
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