El fallo de la Sala II del Tribunal de Trabajo sostuvo que el conflicto planteado en torno al resultado de las elecciones es “intransindical”.
La Lista Bordó, que postula a Silvia Véliz, había interpuesto una acción, que prosperó, planteando que la Junta Electoral se abstenga de realizar actos de proclamación y posesión en los cargos de los electos, habida cuenta de las numerosas irregularidades producidas durante la elección y el escrutinio.
La lista Azul, oficialista, que propone la reelección de Mario Farfán, contraatacó con un recurso de revocatoria a la acción impulsada por la Lista Bordó, argumentando que las reclamaciones se debieron haber realizado por vía de la Junta Electoral, agotando la instancia administrativa.
“Las cuatro listas participantes consintieron en todas sus partes y hasta último momento la totalidad del proceso electoral, participando de todas las tareas de escrutinio definitivo, sin realizar observación alguna en dicho acto, o ratificar los realizados con anterioridad, firmando sin reservas las actas correspondientes, incluso la que establece que los resultados quedan sujetos a la resolución de impugnaciones, presentaciones y observaciones”, se lee en la acción interpuesta por la lista oficialista.
Esta mañana, en una conferencia de prensa, la presidenta de la Junta Electoral Patricia Jaldín, dio a conocer los términos de la sentencia de la Sala II del Tribunal de Trabajo, que se declaró incompetente y declaró abstracta la cuestión planteada en el recurso de revocatoria interpuesto por la demandada.
Según Jaldín, el fallo pone en relieve que los cuestionamientos de la Lista Bordó se debieron haber seguido por las vías administrativas y si hubiera existido algún rechazo, recién apelar al Ministerio de Trabajo. No obstante, advirtió que “los tiempos han vencido”.
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