martes, 29 de marzo de 2011

Marchan para pedir por Matías


"Es difícil estar viviendo esta situación, de no saber donde está mi nieto, qué le pudo haber pasado". Las palabras llenas de dolor y angustia son de María del Rosario Heredia, la abuela paterna de Matías Huanco quien junto a familiares, vecinos y amigos marchó alrededor de la Plaza Belgrano, de esta ciudad, como una forma de recordar y expresar su cariño hacia el chico.

Han pasado 27 días desde que Matías, que el próximo 1 de abril cumplirá 6 años, fue visto por última vez en el asentamiento El Arroyito del barrio Los Perales. Estaba en la casa de sus tíos, más precisamente en el fondo, cuando habría sido arrastrado por un brazo del río Grande que ese día había aumentado su caudal. Como no hay testigos del hecho, la Policía trabaja sobre hipótesis y una de ellas es que habría caído al agua. También se está recabando información que puedan de alguna manera orientar la búsqueda. Es decir, si hay otro "rumbo" que puede haber tomado el chico. Y en ese sentido no se descarta que alguien pudo haberlo levantado. Son hipótesis que carecen de firmeza pero que sostienen el ánimo y la esperanza de los familiares.

"Donde está Matías", era la pregunta que mostraba uno de los carteles. Otro rezaba: "Te estamos esperando", y otro más expresaba su aliento a la investigación y al accionar de la Policía, representado por los bomberos, División Canes, Caballería, brigada de investigaciones y rescatistas voluntarios que participan de la búsqueda.

"Esperamos que sigan los rastrillajes como desde el primer día. Tengo el compromiso de la Policía de que se van a continuar en la tarea. Ayer, se interrumpió debido a la lluvia pero esto va a seguir", indicó en diálogo con este diario María Heredia, quien anunciaba la posibilidad de concretar en la anoche una reunión con el ministro de Gobierno Pablo La Villa y Jefes de la Policía de la Provincia.

"No tener a Matías con nosotros no deja un vacío tremendo. No sabemos que le pudo haber pasado, si se cayó al río o alguien se lo llevó. Si es que el río se lo ha llevado no nos queda más que la resignación pero cuando no hay indicios de esto, la sensación de intranquilidad es tremenda", decía la mujer quebrada por la angustia.

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