A meses del cierre de la fábrica Korlamp tras la salida del país de sus propietarios de capitales coreanos, los ex trabajadores concretaron ayer la toma de la misma, reclamando reuniones con funcionarios del Gobierno provincial de cara a solucionar la problemática.
Carlos Salcedo, delegado de los ex trabajadores, sostuvo que la toma se decidió “para ver si se puede llegar a una solución y si se puede hacer una empresa recuperada manteniendo la fuente laboral. Somos más de 30 familias que nos encontramos en esta situación”.
La toma de la fábrica se llevará a cabo por tiempo indeterminado, sostuvo Salcedo, Además, Salcedo señaló que cobraron una especie de “adelanto” en el mes de mayo, pero que no volvieron a percibirse ningún tipo de haberes.
Ocuparon la planta a la espera de poder reunirse con autoridades de la dirección de Trabajo provincial, para solicitarle la intermediación y poder cobrar los sueldos adeudados y analizar la posibilidad de obtener un “control obrero”, aunque el principal problema sería la provision de materiales para elaborar las lámparas. La firma había sido inaugurada hace poco más de un año y se presentaba como una importante alternativa laboral para la provincia. El producto, llegó a venderse por poco tiempo en algunos negocios de la capital, hasta que los coreanos comenzaron a desaparecer de a poco y a evitar el contacto con los empleados.
Carlos Salcedo, delegado de los ex trabajadores, sostuvo que la toma se decidió “para ver si se puede llegar a una solución y si se puede hacer una empresa recuperada manteniendo la fuente laboral. Somos más de 30 familias que nos encontramos en esta situación”.
La toma de la fábrica se llevará a cabo por tiempo indeterminado, sostuvo Salcedo, Además, Salcedo señaló que cobraron una especie de “adelanto” en el mes de mayo, pero que no volvieron a percibirse ningún tipo de haberes.
Ocuparon la planta a la espera de poder reunirse con autoridades de la dirección de Trabajo provincial, para solicitarle la intermediación y poder cobrar los sueldos adeudados y analizar la posibilidad de obtener un “control obrero”, aunque el principal problema sería la provision de materiales para elaborar las lámparas. La firma había sido inaugurada hace poco más de un año y se presentaba como una importante alternativa laboral para la provincia. El producto, llegó a venderse por poco tiempo en algunos negocios de la capital, hasta que los coreanos comenzaron a desaparecer de a poco y a evitar el contacto con los empleados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario