La crisis de la sociedad moderna
La sociedad moderna ha fracasado en todos los frentes. En el terreno económico, los fundamentos que han encauzado la vida económica social de la humanidad desde la revolución industrial hasta la actualidad, no han resuelto en lo más mínimo los problemas de la pobreza, la guerra, el hambre, la esclavitud, la servidumbre y la explotación del hombre por el hombre.
En base a un paradigma que falsamente ofrece una sociedad de abundancia y riquezas para todos a través de la mundialización de la producción y la libre competencia y su antítesis teórica con la centralización de la planificación social estatal de la producción, distribución y consumo con el socialismo real después, la modernidad debatió permanentemente la ingeniería social que posibilite que el hombre sea feliz a través del consumo y el interés individual, ya sea por medios exclusivamente privados o sociales.
Los avances cualitativos en todos los campos de las revoluciones científico técnicas no han evitado que una minoría oligárquica privilegiada, encerrada en sus fortalezas imperiales, nade en mares de abundancia material mientras que la mayoría de los desheredados de la tierra mueren por enfermedades evitables; lo único que han garantizado sí, es multiplicar el deseo y la necesidad de consumo, la dependencia física y psico-social de bienes y servicios al tiempo que se reproducen la insatisfacción, la carencia y la frustración.
Las tesis productivistas del capitalismo y el socialismo en todas sus vertientes, impregnadas de espíritu positivo y determinista, lucharon entre si -y lo siguen haciendo- mientras la crisis y contradicción de tal paradigma compartido, con la sustentabilidad misma del mundo y la naturaleza, era una lejana profecía de los "detractores del progreso", de los "reaccionarios que querían dar vuelta atrás la rueda de la historia". Líneas y espirales ascendentes que explican la supuesta tendencia a la redención total de la sociedad de consumo, justifican con ánimos de objetividad una realidad en la que la vida misma significa un rotundo mentís al progreso tan mentado por las elites científicas e intelectuales. El dios del consumo y del dinero de la sociedad culturalmente avanzada entronizó a la ciencia moderna como garante de un paraíso aún más lejano que aquel ofrecido por los profetas, el tótem o el cosmos.
En el campo de las ideas y de la cultura, con el proceso de desacralización del hombre y la naturaleza, como su hogar, su continente, iniciado en el renacimiento; y con el reemplazo de las cosmologías totalizadoras de sociedades milenarias por la metafísica racionalista, encarnada también por el mismo cristianismo y la filosofía occidental; la modernidad occidental, no contenta con haber destruido su propia espiritualidad, continúa agrediendo los pocos focos de resistencia cultural capaces de aportar paradójicamente mediante antiguas recetas, nuevas soluciones a los viejos problemas que aquejan a la humanidad. Como contrapartida, prolifera la búsqueda de nuevas o exóticas prácticas religiosas y físico-espirituales, el rescate superficial y mercantilizado de las culturas de la región de Abya Yala, así como también se mantiene y despierta de tanto en tanto, la curiosidad por disciplinas ocultistas, que la mayoría de las veces terminan por convertirse en un verdadero opio para los despistados que caen en manos de algún mercader del espíritu. La explicación a este desfasaje entre el paraíso perdido ofrecido por una sociedad pretendidamente "desmitificada y desmitificadora", y la búsqueda de una nueva y renovada espiritualidad que atraviesa al conjunto de los sectores sociales, debe encontrarse en el inevitable vacío producido por la utopía consumista de la felicidad y a la vez, en haber caído en la cuenta de haber puesto innecesariamente en riesgo el futuro de la especie y del planeta en función de la aplicación irracional de las profecías auto incumplidas de la modernidad, en haber perdido justamente el sentido humano-natural-universal de la humanidad.
Es así como entramos progresivamente, y quizás sin haberlo buscado, en la etapa final de nuestra quijotesca guerra contra la naturaleza, donde cada día está más claro que esa agresión gratuita no tiene perspectivas de triunfo. La madrecita con o sin nosotros restablecerá su mágico equilibrio y bella armonía.
El sentido del Taki Onqoy
Desde el Taki Onqoy creemos que es posible construir un nuevo modelo civilizatorio, diametralmente distinto a este disgregado y decadente que nos hereda occidente, pensamos que no sirve a los intereses de las mayorías escondernos tras plataformas incumplibles, ni en demandas hueras a un Estado que ha decidido marginar de la proclamada “modernidad" a gran parte de su población.
Todos sabemos que jamás habrá solución si no se impulsa la plena participación de los interesados, ya que transformar esta situación es impensable sin un activo compromiso que nos involucre en la construcción de una nueva sociedad, verdaderamente digna de ser vivida, solidaria, consustanciada con un proyecto colectivo de bienestar general.
El objetivo del Instituto entonces, no es la constitución de un espacio de debate para "especialistas", sino la unión voluntaria de hombres y mujeres de acción para la elaboración, ejecución y evaluación participativa de proyectos tendientes a resolver las problemáticas más importantes para el sentir de nuestra sociedad anclados en el terreno fundamental de la batalla de ideas, la batalla cultural.
De la construcción efectiva del poder popular, es decir, desde la construcción de las herramientas de transformación concreta y la capacidad organizada en manos de los mismos interesados en el proceso de cambio, es que saldrán los programas que entusiasmen, enamoren y movilicen las energías inagotables del pueblo.
Para esta búsqueda de iniciativas en los más diversos campos, es que formamos el Taki Onqoy, proponiéndonos políticas desde un conjunto de proyectos temáticos articulados y orientados a la construcción de un nuevo modelo de civilización en materia económico social, pero también ambiental, espiritual y cultural. Es decir, humanamente sustentable.
Propuestas de intervención comunal
El Instituto Taki Onqoy plasmará su propia dinámica de construcción y desarrollo, para lo que será determinante garantizar un funcionamiento semanal de reuniones para la planificación y articulación del conjunto de las políticas propuestas, impulsando tareas que se realicen periódicamente en las comunidades que nos proponemos abordar.
Para ello es necesaria la planificación de cada una de las tareas que nos propongamos llevar adelante, comprometiendo en las mismas a cada integrante del Taki Onqoy, como así también sumando a otros actores (docentes, estudiantes, profesionales e intelectuales) que sin estar organizados con nosotros puedan prestar su colaboración desde iniciativas a las que podamos convocarlos.
Inicialmente hemos definido impulsar tres ejes de intervención comunal, para cada uno de ellos será fundamental organizar los equipos de trabajo, como así también desplegar una importante tarea de propaganda, con volantes, afiches, comunicados y gacetillas a los medios.
Los ejes propuestos para la intervención comunal durante los próximos meses son: la campaña “Nuestra elección es la solidaridad”, los seminarios y charlas, debates y proyecciones, y las Escuelas de Campaña.
-“Nuestra elección es la solidaridad”
Esta campaña solidaria tiene como objetivo la construcción de Bibliotecas Populares en barrios humildes de San Salvador de Jujuy, la misma se impulsará paralelamente a la campaña electoral, poniendo eje que en el marco de las propuestas electorales “Nuestra elección es la solidaridad” y que precisamente a la solidaridad convocamos a toda la comunidad, pidiendo la donación de libros desde ahora y hasta el día de las elecciones, fecha en la que se terminarán de recolectar los libros en los mismos centros de votación.
Una vez finalizado el registro de todos los libros donados se dará a conocer la cantidad de volúmenes como así también los lugares a los que serán destinados, es decir los barrios en que funcionarán las Bibliotecas Populares.
Es fundamental propagandizar esta campaña, instalándola en los grandes medios, consiguiendo entrevistas, enviando gacetillas de prensa, volanteando en los lugares de mayor concurrencia (centro, facultades, colegios), dando a conocer la propuesta de la campaña y a su vez todo aquello que promueve el Taki Onqoy, para lo que será conveniente la preparación de cartillas o módulos específicos.
En la instalación de la campaña promovamos el reconocimiento de la misma, es fundamental iniciar las gestiones en forma urgente para que se la declare de interés municipal.
- Seminarios, charlas, debates, proyecciones
El Instituto intenta darle organización a cantidad de profesionales, estudiantes e intelectuales que quieran aportar desde su formación específica, para ello es necesario que promovamos de manera constante actividades en el ámbito académico, tratando de generar espacios, seminarios-charlas-debates, proyecciones, que nos permitan un acercamiento a las diversas facultades desde los ejes temáticos que nos interesa poner en consideración para la batalla cultural, como lo son: la cosmovisión andina, el desarrollo sustentable, la crisis del mundo moderno, la crisis civilizatoria, los modelos económicos, la espiritualidad, la producción de conocimiento, la universidad y las usinas ideológicas, religiosidad, pensamiento y hegemonía, los procesos de liberación, las revoluciones, occidente y oriente, la economía comunitaria, tradición e identidad. Y demás ejes temáticos que sostengan en el tiempo la convocatoria a referentes de la cultura local, nacional e internacional, para darle continuidad desde nuestras actividades a la batalla contra el sincretismo sostenido por los conquistadores, al vaciamiento espiritual promovido por la superchería consumista de la sociedad actual y al posibilismo promovido por las “ideas progresistas” del momento.
- Escuelas de Campaña
Una de las intervenciones comunales de mayor alcance serán las Escuelas de Campaña, pensadas para plasmar en los territorios experiencias de talleres socio-comunitarios, abordando la formación en historia, artes visuales, comunicación popular, literatura, filosofía, antropología y demás disciplinas, desde la educación popular, con una dinámica participativa y de intervención hacia el conjunto de la comunidad, es decir que cada taller deberá definir una actividad que convoque o que se dé a conocer en la zona o localidad en que se haya realizado.
Para esto es que se organizarán actividades de intervención territorial intensiva, centralizadas en una zona o localidad por vez, es decir, que la totalidad de los talleres deberán realizarse en una serie de encuentros que se llevarán adelante en un mismo lugar, durante el transcurso de uno o dos meses, según se considere.
Una vez finalizado el programa propuesto por las Escuelas de Campaña para una zona o localidad, se procederá a la Revisión y Rectificación de la experiencia acumulada, para Reimpulsar la propuesta, iniciando nuevamente su ciclo en otro lugar, con los ajustes, correcciones y potencialidades que hayamos encontrado en la dinámica de evaluación que nos proponemos con las 3R para la aplicación permanente de la crítica y la autocrítica en nuestras formas de organización y construcción.
La convocatoria de la comunidad deberá realizarse con anticipación, una vez que se hayan organizado los talleres de intervención y participación socio-comunitaria, se deberá realizar una masiva propaganda de lo que proponen las Escuelas de Campaña durante su instalación en la comunidad, convocando a la participación e inscripción de todos los vecinos y vecinas.
Es quizá el mayor objetivo de las Escuelas que quienes participen de los talleres puedan plasmar a través de los mismos una intervención en la comunidad, con murales, pintadas, documentales, folletos, encuestas, jornadas solidarias, micros radiales, propuestas de intervención que deberán estar relacionadas con los ejes temáticos que se hayan abordado desde los talleres, dando cuenta de nuestros sueños y luchas.
Todo esto articulado y sostenido junto a las organizaciones Corriente del Pueblo, Jóvenes KURMI y el Movimiento Campesino de Jujuy, como así también con nuestras radios Minka y Pachakutik, y el canal de TV Pachamérica.
Instituto Taki Onqoy
Contacto: (388) 155-148242
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