El Talar: Regresaron los jornalizados

En dos días, los jornalizados en pequeños grupos fueron saliendo de la localidad en los colectivos de línea y así pudieron llegar a la capital jujeña sin ser detenidos por las fuerzas de seguridad.

Viajaron ocultándose de gendarmes y policías que controlaban los colectivos para no dejarlos salir del pueblo. Están en la Vieja Estación y esperarán hasta el martes para escuchar alguna propuesta del Gobierno sobre la recomposición salarial que reclaman.

Jornalizados de la Municipalidad de El Talar están de regreso en San Salvador de Jujuy para volver a ocupar la plaza Belgrano, en protesta por la falta de cumplimiento al compromiso de recomposición salarial que les hicieron desde el Gobierno.

El grupo, que está integrado por aproximadamente cuarenta jornalizados, se aloja en dependencias de la Vieja Estación, cedidas por la Comisión de Derechos Humanos que lidera Carlos “Perro” Santillán. En las dependencias de lo que fue un restaurante, los talareños colocaron carpas. La necesidad de salir sin bultos para no despertar las sospechas de la Policía y de la Gendarmería, es la causa por la que tienen muy poco abrigo, colchones y frazadas para protegerse de los intensos fríos que sufre la capital de Jujuy. Los concejales Víctor Castro y Norman López, que acompañan a los jornalizados, explicaron que El Talar fue ocupado el miércoles pasado por una gran cantidad de gendarmes y policías con el fin de evitar que viajaran a San Salvador de Jujuy para llevar a cabo sus reclamos. Recordaron que el propietario del colectivo que habían contratado y pagado con la venta de tortillas y pan, les manifestó el martes a la noche que no los iba a llevar porque había recibido amenazas de ser detenido y secuestrado el ómnibus si hacía el viaje con los municipales.

El frío, la falta de abrigo suficiente y los pocos alimentos con que cuentan hacen muy sacrificada la estadía. Es tan duro como cuando estuvieron casi dos semanas seguidas en la plaza Belgrano, explicaron. Entonces, la solidaridad de muchos jujeños mitigó las horas de espera, lejos de los hogares y les permitió, más de una vez, tener un plato de comida.

Fuente: El Libertario