miércoles, 27 de julio de 2011

La noche del Apagón en Ledesma





La noche del 27 de julio de 1976 se cortó el suministro eléctrico en todo el departamento de Ledesma, provincia de Jujuy. El hecho fue conocido como "La noche del Apagón".








"La noche del Apagón" consistió en varias noches (entre el 20 y 27 de julio de 1976) en las que se provocaron cortes de luz en distintas localidades del partido de Ledesma con el objetivo de secuestrar estudiantes, militantes políticos y sociales, gremialistas o, simplemente, sospechosos de tener vinculaciones con las actividades guerrilleras.

El primer corte de energía eléctrica ocurrió el 20 de julio a la medianoche en Libertador Gral. San Martín y Calilegua. Primero la gente pensó que se trataba de un hecho sin importancia, hasta que comenzaron a escuchar los autos y los gritos y, poco a poco, el miedo fue ocupando las casas.

"En esa época, quien disponía de la energía para todos los pueblos era el ingenio Ledesma, ellos eran quienes distribuían la luz", explica Julio Gutiérrez, miembro de CAPOMA (Centro de Acción Popular Olga Márquez Arédez por los Derechos Humanos).

La vinculación entre el ingenio Ledesma y el accionar del aparato represivo fue denunciada por numerosos testigos y no se limitó solamente a facilitar los cortes de luz para que el operativo quedara en la sombra. Policías, gendarmes, militares y capataces de la empresa comienzan a allanar y saquear viviendas en Libertador Gral. San Martín y Calilegua.

En vehículos de la empresa Ledesma son trasladados más de 400 trabajadores, estudiantes y profesionales a los galpones de mantenimiento del ingenio azucarero, donde permanecen días y meses atados y encapuchados. Tras las torturas e interrogatorios, algunos son liberados, otros son enviados a comisarías o cuarteles militares, otros aparecen en cárceles de distintas provincias.

Treinta compañeros permanecen desaparecidos. El médico Luis Arédez
quien fuera intendente y defensor de los derechos populares fue uno de los secuestrados-desaparecidos.

Las 400 personas que se secuestraron esas noches tuvieron diferentes destinos. Algunas fueron trasladadas al penal de la ciudad de Jujuy, y muchas de ellas derivadas al centro clandestino de detención Guerrera. Algunas fueron liberadas a los pocos días, otras paseadas por varias cárceles y centros clandestinos del país durante meses, y treinta continúan desaparecidas.

Aun sabiendo esto, seguimos comiendo el azucar de esta ingenio genocida y usamos los articulos de papeleria que hacen con la materia prima de la caña de azucar. Aun asi lo seguimos mateniendo alli, IMPUNES.



Colectivo Minka

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