La Asamblea de Trabajadores Desocupados (en el FOL) se declara en estado de alerta y movilización permanente frente a la criminal desidia y abandono de miles de niños, abuelos y embarazadas por parte del Secretario de Acción social del Ministerio de Desarrollo Social, Diego Orellana.
La exclusión y el permanente desamparo a que el gobierno y el régimen económico someten a los habitantes de Alto Comedero nos ha llevado a realizar desde hace años meriendas solidarias donde hoy 8600 niños, 600 abuelos y 300 mamás embarazadas hallan una fuente de necesaria nutrición.
Estas meriendas son organizadas solidariamente por compañeras y compañeros que no reciben a cambio más que la satisfacción de realizar un aporte a nuestra sociedad y que actúan con la convicción de que hacemos meriendas con la finalidad de lograr una sociedad igualitaria donde no haya más necesidad de éstas.
Pero el gobierno, cuya inercia ya niega a esta franja necesitada de la población el acceso a un trabajo digno, redobla su desatención al vetar también los más mínimos requisitos vitales, como el alimento.
Hace 9 meses que la “acción social” del secretario Orellana consiste en negar la leche para realizar las meriendas, falta que ha sido suplida con el aporte de las mismas compañeras que las atienden, en un gesto de entrega, sacrificio y solidaridad entre pobres que el opulento secretario bien haría en imitar. Sin embargo, no contento con ello, también quiere este funcionario destruir a la solidaridad misma, habiendo negado también desde hace 6 meses los bolsones alimenticios de quienes sí la ejercen.
A 201 años de la revolución de mayo, la traición al ideario igualitario de quienes la hicieron se sustancia en su dualidad más cruel, cuando los niños ricos celebren con mazamorra creyendo la farsa de quienes nos desgobiernan amenazando reelecciones y los niños pobres sobrevivan un año más sabiendo que falta leche y un necesario cambio social que de una vez por todas permita a todos los argentinos gritar ¡Por un bicentenario sin hambre!.
Esa es nuestra convicción y esa será nuestra lucha.
La exclusión y el permanente desamparo a que el gobierno y el régimen económico someten a los habitantes de Alto Comedero nos ha llevado a realizar desde hace años meriendas solidarias donde hoy 8600 niños, 600 abuelos y 300 mamás embarazadas hallan una fuente de necesaria nutrición.
Estas meriendas son organizadas solidariamente por compañeras y compañeros que no reciben a cambio más que la satisfacción de realizar un aporte a nuestra sociedad y que actúan con la convicción de que hacemos meriendas con la finalidad de lograr una sociedad igualitaria donde no haya más necesidad de éstas.
Pero el gobierno, cuya inercia ya niega a esta franja necesitada de la población el acceso a un trabajo digno, redobla su desatención al vetar también los más mínimos requisitos vitales, como el alimento.
Hace 9 meses que la “acción social” del secretario Orellana consiste en negar la leche para realizar las meriendas, falta que ha sido suplida con el aporte de las mismas compañeras que las atienden, en un gesto de entrega, sacrificio y solidaridad entre pobres que el opulento secretario bien haría en imitar. Sin embargo, no contento con ello, también quiere este funcionario destruir a la solidaridad misma, habiendo negado también desde hace 6 meses los bolsones alimenticios de quienes sí la ejercen.
A 201 años de la revolución de mayo, la traición al ideario igualitario de quienes la hicieron se sustancia en su dualidad más cruel, cuando los niños ricos celebren con mazamorra creyendo la farsa de quienes nos desgobiernan amenazando reelecciones y los niños pobres sobrevivan un año más sabiendo que falta leche y un necesario cambio social que de una vez por todas permita a todos los argentinos gritar ¡Por un bicentenario sin hambre!.
Esa es nuestra convicción y esa será nuestra lucha.
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